El año comenzó con un calor agobiante, que llevó la sensación térmica casi hasta los 40 grados, y para muchos tucumanos sin el alivio de la lluvia.
Pero en algunas localidades donde parecía que el agua mitigaría el calor, la esperanza terminó convertida en miedo, por la violencia del fenómeno natural.
Un fuerte viento que voló techos y la caída de granizo de gran tamaño afectó a vecinos de Trancas, en el norte tucumano.
Varios habitantes del loteo Santa Ana sufrieron la voladura de los techos de sus casas, sin que se registraran heridos.
Desde la localidad de Atahona en tanto, lugareños difundieron por redes sociales fotos del granizo de gran calibre que cayó cuando terminaba el primer día de 2022.
